Tuvimos en esta simbiosis una extraña despedida,
por la puerta trasera de una iglesia abandonada
corrimos en direccion opuesta, tu embarazada,
yo con mil demonios y sus flechas a la caza.
Atravesé el umbral de un fétido desierto
los buitres acechando se sabían hambrientos
sin máscara, sin armamento
solo mis manos y un abrupto sueño.
Extrañas sombras me siguen a lo lejos
aladas formas que perdieron el firmamento
una montaña de piedras devastadas por el tiempo
en una ciudad que perdio su fatua gloria.
Los recuerdos se hacen polvo al correr
las mentiras se esparcen, eternas
perdí la cima con el orgullo intacto
devasté lo que más queria de un soplo.
Pantanos alrededor, como pasajes secretos al caos
voces de niños en el viento como susurro
parece que todo acaba, languidezco
de rodillas en la tierra la bruma me sofoca
Me limito a sonreir, exhausto, sollozo,
una lagrima perpetua rasga mi mejilla
toca el suelo y un rio se desprende
moribundo, a merced de la noche…