Me escondía de tu rostro evadiendo tu mirada
había duendes en mis sueños y brujas en mi cama
podía llorar, pero los rios estaban secos
las borrascas de la madrugada eran resacas al alba
había maldiciones sobre mi alma
ilusas teorias de la razón de estar aquí
temía voltear atrás y no volver a regresar
abrazaba el silencio en noches de lluvia
caminaba por callejones sin salida
dando tumbos nada me detenía
sabía que el futuro era mejor
sin atinar el camino que más convenía
en naufragios perderemos el respeto
pero ganaremos la gloria de la soledad